Jueves después del Miércoles de Ceniza
Leer textos: Deuteronomio 30,15-20/ Salmo 1/ Lucas 9,22-25
Reflexión:
La dificultad del Cristiano.
Estamos en el Segundo día de la Cuaresma y escuchamos este pasaje del evangelio de Lucas, en el cual Jesús anticipa el final de su vida: “Sufrirá mucho y será condenado a muerte…, pero resucitara”. Estas palabras iban preparando el animo de sus discípulos para enfrentar la dificultad, porque no seria algo fácil y no entenderían sus palabras en un primer momento; pues no sabían porque su maestro debía sufrir y mucho menos porque tendrían que sufrir también ellos. Humanamente hablando, la propuesta de Jesús parece una “locura”. ¿Cómo puede uno negare a si mismo? ¿Y qué significa eso de que: “quién quiera salvar su vida la perderá y el que la pierda por mi la salvará? ¿No es acaso, también esto una contradicción? Aparentemente si. Todo ser vivo, por instinto natural trata de conservar su vida a toda costa, cuanto mas el ser humano. Pero en este caso, el querer conservar la vida no significa para un discípulo de Jesús conformarse, no arriesgar; o seguirlo solo a medias, “cuando nos conviene”. Pero tampoco se trata de perder la vida sin sentido.
Entonces, el discípulo de Cristo ha de estar dispuesto a superar toda prueba y persecución. El anuncio del evangelio le puede llevar a esto e incluso a la muerte; pero nadie está obligado a hacerlo. El Señor respeta la decisión de cada persona; como en tiempos de Moisés, cuando el pueblo de Israel se estaba constituyendo como pueblo elegido. “El cielo y la tierra son testigos” de esta advertencia divina: Dios, a raves de Moisés, puso delante del pueblo vida o muerte, bendición o maldición. Los dos caminos que podía escoger el pueblo elegido eran: el camino de Yahve, el cual significaba la vida, y el camino de otros dioses, que conducían a la muerte.
Oración personal…
Señor, permítenos saber vencer las dificultades que se nos presentan para ir hacia ti. Que seamos perseverantes y no desviemos nuestro camino tomando otros que no nos llevan hacia ti. Danos discernimiento y sabiduría santa para saber elegir siempre seguirte venciendo todo aquellos que estorbe en nuestro camino que nos conduzca a ti. Por Crist nuestro Señor…Amen!
Proposito:
El Salmo uno, que recitamos este día, nos propone un criterio muy practico: el que se aparta del camino de malvados, será como un árbol plantado junto al rio; pero el que lo sigue, será como el tamo esparcido por el viento. Hoy voy a orar por las personas que sufren.