Evangelio Hoy

Jueves de la decimocuarta semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 10,7-15.

Jesús dijo a sus apóstoles:
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.” No lleven encima oro ni plata, ni monedas,
ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.
Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies.
Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.

Reflexionemos

Liturgia bizantina
Liturgias Eucarísticas de San Juan Crisóstomo y de San Basilio: Gran letanía de la paz y la comunión

«Que la paz descienda sobre vuestras casas»

Diácono: En paz, roguemos al Señor. Coro:- Señor, ten piedad.
Por la paz que viene de lo alto y la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad.
Por la paz de todo el mundo, la estabilidad de las santas Iglesias de Dios y la unión de todos, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad.
Por este santo templo y por los que entran en él con fe, devoción y temor de Dios, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad.
Por nuestro Padre y Metropolita (N), por nuestro Obispo (N) por los venerables Presbíteros y Diáconos en Cristo, por todo el Clero y por el Pueblo, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad.
Por las fieles autoridades que nos gobiernan y por todo el ejército cristiano, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad.
Por esta ciudad…, por todas las ciudades y por todos los fieles que habitan en ellas, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad.
Por aires saludables, abundancia de frutos de la tierra y tiempos pacíficos, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad.
Por los navegantes, viajeros, enfermos, afligidos, cautivos y por su salvación, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad.
Para que nos libre de toda aflicción, ira, peligro y necesidad, roguemos al Señor. Señor, ten piedad.
Ampáranos, sálvanos, tennos misericordia y protégenos, oh Dios, por tu gracia. – Señor, ten piedad.

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Habiendo conmemorado a todos los santos, una y otra vez, en paz, roguemos al Señor. – Señor, ten piedad…
Que todo este día sea perfecto, santo, pacífico y sin pecado, pidamos al Señor. – Concédelo, Señor.
Un ángel de paz, fiel guía y guardián de nuestras almas y nuestros cuerpos, pidamos al Señor. – Concédelo, Señor.
El perdón y la remisión de nuestros pecados y transgresiones, pidamos al Señor. – Concédelo, Señor.
Todo lo que es bueno y útil a nuestras almas y la paz del mundo, pidamos al Señor. – Concédelo, Señor.
Que el resto de nuestra vida sea en paz y contrición, pidamos al Señor. – Concédelo, Señor.
Un fin cristiano de nuestra vida, pacífico, exento de dolor y de vergüenza y una buena defensa ante el temible tribunal de Cristo, pidamos al Señor. – Concédelo, Señor.
Habiendo pedido la unión de la fe y la comunión del Espíritu Santo, encomendémonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo Dios.. – A Tí, Señor.

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