Reflexión Cuaresmal

cuaresmaLUNES DE LA CUARTA SEMANA DE CUARESMA

 

Leer textos: Isaías 65,17-21/ Salmo 29/ Juan 4,43-54

 

Reflexionemos:

Interceder por los otros.

 

El relato del evangelio de Juan que leemos hoy tienen un fuerte parecido con el episodio de Mateo y Lucas, de la curación del siervo del centurión en Cafarnaún (Mt. 8,5-13; Lc. 7,1-10). Coinciden en algunas cosas: es una curación a distancia, el enfermo está en Cafarnaún; pero difiere en que no lo describe como un centurión, sino como un funcionario real (en griego: basilikós), y no se trata de un siervo sino de su propio hijo.

 

Jesús regresa a Galilea, la región que lo vio crecer, y fue bien recibido por sus paisanos, que habían visto lo que había hecho en Jerusalén. Lo cual aparentemente, contradice la frase que el mismo había dicho: “que un profeta noes bien recibido en su propia tierra” (v.44). Algunos autores consideran que esa frase se trata de una edición posterior en este párrafo del evangelio de Juan, y el hecho de incluirla aquí era para decir que la fe de los galileos seguía siendo débil, a pesar de haber creído por los milagros que vieron en Jerusalén. Por eso suponemos que el reclamo que le hace al funcionario real no lo dirige solamente a él, sino a todos los galileos: “Si no ven signos y prodigios no creen.” A aquel padre afligido no le importó el comentario y siguió confiando en que Jesús le podía ayudar, y así fue. “Vete, que tu hijo vive”. “Aquel hombre creyó y se puso en camino” (v.50).

 

La fe del funcionario real se convirtió en un ejemplo para los paisanos de Jesús, y sigue siendo un ejemplo para nosotros. Nuestra fe a veces reclama también signos y prodigios; pero el episodio que leemos hoy, parece decirnos: “Crean, aunque no vean signos y prodigios”.

 

Oración personal:

Señor, te pido que aumentes mi fe para creer siempre en ti y en tus promesas! Yo puedo decir que tengo fe pero muchas veces a la hora de mostrar esa fe que digo que tengo, no llevo a la practica lo que tantas veces repito que es mi fe. Que pueda como e centurión creerte y confiar en ti siempre y en todo momento. Amen!

 

Propósito:

La actitud de este papá angustiado que pide con fe profunda por la vida de su hijo, nos dice que también nosotros podemos pedir por las necesidades de los demás, y si pedimos con fe sincera, nuestra oración será escuchada.

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