Novena a la Divina Misericordia. Dia 2

DIA 2

Por los sacerdotes y religiosos

Jesús a Sor Faustina: Hoy tráeme las almas de los sacerdotes y religiosos y sumérgelas en Mi misericordia insondable.

Oración inicial

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Dios, Padre Misericordioso, te damos gracias por los favores extraordinarios que concediste a tu hija Santa Faustina a través de quien has manifestado de modo especial el abismo de tu Misericordia sobre la humanidad dolorida y alejada de Ti Te rogamos, con gran confianza, que también con nosotros manifiestes tu Misericordia concediéndonos las gracias que te pedimos en esta Novena si no son contrarias a nuestra salvación.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Oración para el segundo día

Intención: “Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y las almas de los religiosos, y sumérgelas en Mi misericordia insondable.  Fueron ellas las que Me dieron fortaleza para soportar Mi amarga Pasión.  A través de ellas, como a través de canales, Mi misericordia fluye hacia la humanidad” (Diario, 1212)

Oración: Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta Tu gracia en las almas de Tus sacerdotes, Religiosos y Religiosas, para que realicen dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que los vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.

La fuente del amor de Dios, vive en los corazones limpios, purificados en el mar de misericordia, resplandecientes como las estrellas, claros como la aurora.

Oración: Padre Eterno, mira con misericordia al grupo elegido de Tu viña, a las almas de los Sacerdotes, Religiosos y Religiosas; otórgales el poder de Tu bendición. Por el amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de Tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación, y a una sola voz canten alabanzas a Tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén. (Diario, 1213)

Rezar la coronilla de la Divina Misericordia:

Usando un Santo Rosario como guía, empezamos diciendo:

Padre Nuestro, Ave María y El Credo

Donde comunmente se reza el misterio del rosario, se pronuncia lo siguiente:

“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero”.

En cada cuenta pequeña de las decenas se dice:

“Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”

Al finalizar todos los misterios de la coronilla, repetir tres veces:

“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”.

Jaculatoria: “Oh, sangre y agua que brotaron del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de infinita misericordia para nosotros, Jesús en Ti confío”.

 

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