Santoral

07 de Julio

Beata Maria Romero Meneses

Maria  Romero Meneses nace en 1902, en Granada de Nicaragua, en Centroamérica. Tanto la familia paterna como la materna son de origen español y cuentan en el  árbol genealógico con hombres ilustres que desde el siglo pasado, han ido marcando las etapas de la historia de la República de Nicaragua.
Durante la colonización, Centroamérica como todas las naciones de América Latina, desgraciadamente escribió paginas poco gloriosas sobre las masacres de los indígenas por pare de los conquistadores todavía hoy no encuentra la paz. En estas tierras sigue avanzando hoy una conquista destructora de lo indígena, son pretexto de lo lógico del proceso y del poder económico. El padre de Maria optimo cristiano y buen ciudadano, ocupó cargos de prestigio llegando a ser  a Finales  de los ochocientos, ministro de finanzas en el gobierno liberal, la infancia de la pequeña Romero se puede considerar feliz: en la rica morada, rodeada de palmeras, no le falta nada, goza del amor  de su madre, de los cuentos de su abuela y de la instrucción de siete tías paternas que al quedarse soltera, dirigen una escuela privada para niñas  de la alta sociedad. Sobre todo, no le falta la riqueza más importante para su vida una profunda formación cristiana. A los ocho años vive con intensidad después de tres días de retiro espiritual la fiesta de su primera comunión.
Sin embargo el acontecimiento no se reduce  a los festejos de la jornada. Maria pronto comienza a comunicar las riquezas espirituales que se han interiorizado. Cuando va la quinta  de la familla  situada a las orillas del lago de la ciudad, reúne a los niños de la factoría y del vecindario, juega y se divierte con ellos, montándonos en un carro tirados por bueyes en medio de cantos de alegría. Pero al final  del juego propone la oración y alguna sencilla reflexión religiosa.
Las  lecciones de piano y violín despiertan a una de ellas destacada inclinación a la música. Las lecciones de pintura y de dibujo completan esa formación artística propia de  las mujeres  de buena posición de aquel tiempo y le promocionará habilidades útiles para el futuro apostolado.

 


Oremos

 

Señor Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo es el compendio de toda tu ley, haz que, imitando la caridad de la Beata Maria Romero Meneses, seamos contados un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

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