Santoral

10 de Enero

Santa Francisca de Sales Aviat, 

virgen y fundadora

En Perugia, en Italia, santa Francisca de Sales (Leonia) Aviat, virgen, que se dedicó, con maternal amor y solicitud, a la educación de las jóvenes e instituyó las Oblatas de San Francisco de Sales.

Fundadora de la Congregación de Oblatas de San Francisco de  Sales.

Nació en Sézanne (Francia), departamento del Marne, el 16 de  septiembre de 1844. Fue bautizada al día siguiente de su  nacimiento con el nombre de Leonia. Frecuentó las primeras clases  elementales en su pueblo natal; después, sus padres la llevaron  al monasterio de la Visitación de Troyes pues, aunque practicaban  poco, eran honrados comerciantes que deseaban para su hija una  buena educación cristiana.

Su vida estuvo marcada por tres etapas fundamentales:   el período de formación en el monasterio de la  Visitación de Troyes, capital de Champagne; el encuentro con el  p. Louis Brisson, futuro fundador de los Oblatos de San  Francisco de Sales; y la aplicación de las leyes subversivas  contra los institutos religiosos en Francia a finales de siglo.

Leonia  permaneció en el monasterio de la Visitación hasta la edad  de 16 años. Ya entonces manifestó a la superiora su  deseo de hacerse religiosa, pero ella le respondió:  “Aquello  para lo que Dios te tiene destinada no está aún  preparado; déjale actuar y haz siempre la voluntad divina”.
Cuando salió  del monasterio, su padre había dispuesto para ella un matrimonio  con un rico y distinguido señor del lugar, pero Leonia  pensaba ya en la vocación religiosa y no quiso acceder  a los deseos de su padre. A la edad de  21 años, en 1865, visitó un establecimiento industrial de Sézanne  y surgió en ella el deseo de atender a las  obreras. Entretanto, el p. Louis Brisson, que había sido capellán  de la Visitación cuando ella estaba interna allí, dado su  incansable celo por la protección y la formación religiosa de  las jóvenes obreras que venían de los campos y estaban  expuestas a los peligros más graves, había fundado en el  año 1858 las “Obras para las trabajadoras jóvenes”, poniéndolas bajo  la protección de san Francisco de Sales:  proporcionaban a  las jóvenes locales seguros, comida y la asistencia de almas  buenas y generosas, pero les hacía falta también la formación  humana y la educación religiosa.

En 1866 Leonia pidió regresar a  la Visitación para pedir luz al Señor, antes de tomar  una decisión definitiva sobre su vocación. Entonces conoció la obra  de asistencia a las jóvenes que había comenzado el p.  Brisson, el cual estaba pensando en fundar una congregación de  religiosas. Compartió inmediatamente el proyecto del padre. El 30 de  octubre de 1868 Leonia vistió el hábito religioso, junto con  otra antigua compañera del internado, y tomó el nombre de  Francisca de Sales.

El 11 de octubre de 1871 emitió los  votos religiosos, junto con su primera compañera, iniciando así la  congregación de Oblatas de San Francisco de Sales. Otras jóvenes  se unieron a ellas, pero la ocupación alemana de 1870  retardó su profesión religiosa. Se multiplicaron los patronatos y casas-familia;  las jóvenes recibían, junto con la formación religiosa, la educación  práctica que las preparaba para su vida futura de madres  de familia. La madre Francisca de Sales, que fue la  primera superiora general, se hizo obrera entre las obreras; les  ayudó a disfrutar del trabajo bien realizado, aunque la ganancia  fuera mínima; las jóvenes trabajadoras comprendían la dignidad del trabajo,  como algo que viene de Dios e instrumento de caridad,  porque permite ayudar a las compañeras que están necesitadas. De  ahí nació una competición de solidaridad humana.

Después de haber consolidado  las obras en Troyes, fue a París y organizó allí  un internado para jóvenes de posición social acomodada. Obtuvo con  la alta sociedad parisina el mismo éxito que había tenido  con las obreras. Ocho años más tarde regresó a Troyes,  donde estuvo otros 15 años, cuatro de ellos como una  religiosa más, y en los que tuvo que soportar la  hostilidad de algunos miembros de su comunidad. En 1893 fue  elegida nuevamente superiora general, cargo que ejerció hasta su muerte.  Envió religiosas a las misiones de Sudáfrica y de Ecuador.  El instituto se extendió también por Suiza, Austria, Inglaterra e  Italia. En 1903 entraron en vigor en Francia las leyes  subversivas, que decretaron la expropiación de los bienes de las  congregaciones religiosas:  se cerraron 23 casas bien organizadas y  6 de apoyo a los padres oblatos. La madre Francisca  de Sales y su consejo se refugiaron en Italia y  desde allí perfeccionaron la organización de la congregación y sostuvieron  a las religiosas con cartas y visitas.

Su última gran prueba  fue la muerte del p. Brisson, acaecida en su pueblo  natal de Plancy el 2 de febrero de 1908. En  sus últimos seis años de vida veló celosamente por la  redacción definitiva de las Constituciones, que fueron aprobadas por el  Papa Pío X en 1911. Falleció a la edad de  69 años, en Perusa (Italia), el 10 de enero de  1914.

El Papa Juan Pablo II la beatificó el 27 de  Septiembre de 1992 y él mismo la canonizó el 25  de Noviembre de 2001.

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