Reflexión Cuaresmal

CuaresmaMisericordiaJUEVES DE LA TERCERA SEMANA DE CUARESMA

 

Leer textos: Jeremías 7,23-28/ Salmo 94/ Lucas 11,14-23

 

Reflexión:

Los reinos divididos se destruirán.

 

Jesús acababa de curar a un mudo; hecho que demostraba ante la gente su autoridad mesiánica, por eso las muchedumbres quedaban admiradas. Pero, por otro lado, los fariseos, no negando esos hechos evidentes, lo atribuyen a que Cristo tiene pacto con Beelzebú, el príncipe de los demonios. Para responder a esta acusación tan seria, Jesús se sirve de dos argumentos: el primero es que resulta absurdo que el demonio pueda actuar contra si mismo, pues de ese modo se destruiría. El segundo argumento es el de otros exorcistas, miembros del pueblo judío, ¿con autoridad de quién expulsan ellos al demonio? Y si Jesús no cura a la gente con el poder del demonio, sino con el poder de Dios, ¿entonces por qué no lo creen? Después de esta conclusión de manera implícita les devuelve la acusación a sus adversario, a los que quieren bloquear su palabra, pues son ellos quienes actúan como el maligno; recordemos que el primer significado de “diablo” es adversario.

 

Pero esta no era una necedad solamente de algunos en el tiempo de Jesús. En este sentido, la primera lectura, tomada del libro del profeta Jeremías, nos pone otro ejemplo de cerrazón y dureza de corazón. El profeta le echa en cada a sus interlocutores que a pesar de conocer bien el pacto: “Yo será su Dios y ustedes serán mi pueblo; sigan por los caminos que les mando para que sean felices”, el pueblo no quiso escuchar y caminó según sus propias ideas, olvidando su pasado y las intervenciones liberadoras de Dios a lo largo de la historia. Sin embargo, el Señor no los ha dejado solos y les a mandado constantemente profetas, entre los que se encuentra el mismo Jeremías, pero no les han hecho caso.

 

Todavía hoy el Señor sigue hablando por medio de la Escritura, pero no siempre le hacemos caso. Él dispone todo para nuestro bien, pero como seres libres, nosotros podemos caminar siempre de manera diversa a lo que El nos propone; es extremadamente respetuoso de nuestra libertad y nunca nos obligara a hacer algo que no queramos; pero es paciente y nos espera, hasta el momento que recapacitemos y volvamos a caminar según sus mandatos.

 

“No endurezcan su corazón”, dice el salmo, manténgalo sensible, abierto a la Palabra, a la reconciliación. Nuestro mundo ya tiene demasiado reinos divididos, y en esos casos, el resultado final noes otro que el de la destrucción. Hoy podemos pensar un poco sobre la destrucción. Hoy podemos pensar un poco sobre nuestros ambientes. ¿Esta dividida nuestra familia? ¿El ambiente de trabajo? ¿Esta dividido el rancho, la colonia o el condominio donde vivimos?

 

Oración personal:

Que la división nunca llegue a mi corazón Señor! Que sea yo motivo de unión entre aquello y aquellos a mi alrededor. Dios amado, ayúdame a ser fuente de amor, del amor que vienen de ti! Amen!

 

Propósito personal:

Hoy evitaré las divisiones y escucharé con apertura las lecturas de la Palabra de Dios!

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